súplicas (de nuevo)

Hoy no tengo ganas de saltar.







Afuera llueve y dan ganas de cerrar los párpados con suavidad y escuchar la música.Suena la chica que siempre hace gorgoritos, pero su voz me relaja.No lo veo, pero visualizo en mi mente la lluvia caer sobre los coches, ya lo recuerdo, es verdad, está lloviendo.

Acurrucarme en el sofá, con los pies calentitos en los calcetines de invierno, enroscada en la manta de colores. Hundiendo el rostro entre los cojines, para relajarme entre su suavidad, respirar hondo sin encontrar el olor a hierba fresca, aunque en mi mente de nuevo, llueve.

Recuerdo el coche azul enfrente de tu casa y las gotas cayendo con suavidad, resbalando por el cristal, en los charcos, creando ondas diminutas que rompen la tranquilidad. El asfalto se cubre de un grisáceo oscuro, la calzada parece entristecerse.
Pero sólo es lluvia, pienso.
Es un ciclo.

Lluvia.

Nubes.

Sol.

No con la oscuridad viene siempre la tristeza, porque sé con certeza que el sol volverá y las sombras se desvanecerán de la calle, dejando colores claros y suaves. Sí, ver las gotitas rozando las hojas de un verde vivo es precioso.
Dentro de poco saldrá el sol.
Pero disfruto de la lluvia, como lo haré de los días nublados, como lo haré cuando salga de nuevo el sol.
Llueve, y yo me hundo cada vez más entre los cojines del sofá.