Rutinas intercaladas

Recordaba hoy en el autobús a mi padre diciéndome "tienes una actitud muy pueril".No puedo evitarlo, en seguida, en mi cabeza visualizo a puerco boca abajo retorciéndose, moviendo deliberadamente sus patas rechonchas.Es pueril, de puerco. Y cómo voy a tomar en serio una crítica que me está llamando algo así como cochinillo en apuros.Sí, como el efecto de un Gregor Samsa que al querer levantarse por la mañana sólo mueve sus minúsculas patitas, sufriendo. Así que, me dice "pueril" y no puedo evitar convertirme en un torpe animal que no sabe ponerse sobre sus patas y emite un chirrido de lo más desagradable porque no puede echarse a llorar.


Me reía, en el autobús. Porque era como juntar la matanza del cochinillo con la metamorfosis de Gregor, como crear una simbiosis entre la muerte y la opresión, la debilidad, la impotencia.
¿Sabes estas relaciones de ideas A y B que sólo tú conformas en tu mente? Es curioso, alguien puede leer esto y no encontrarle ningún sentido.
Pero a mí me ha hecho gracia el deshilachar de alguna manera mis reacciones, los resortes que se me disparan. Detesto la actitud puertil y la palabra en sí.Pero he encontrado la manera de contrarrestar esa aprensión y vincularla a una imagen de lo más cómica.
Y es que en la imaginación, todo vale.

Memorándum

Cuesta creer que bajo esta piel se esconde todo una auténtica red de nervios, entrelazados, dispuestos a accionar tus sentidos, músculos, que se doblan y flexionan, siguiendo las intrucciones emitidas por el cerebro y los impulsos.Órganos, que están en continuo movimiento, venas, que conectan con cada parte de tu cuerpo, la sangre, fluyendo a través de ellas. Los huesos, que sujetan la estructura, te mantiene firme, ferro, férrea.
Cuesta creer que en tu pecho late un corazón, que lejos de perfilar una silueta del póker, bombardea. Explota.Estalla e impulsa, recibe y regenera. Manda la sangre que fluirá que se dejará caer hasta llegar a los dedos de mis pies, que tendrá que subir para poder regar mi cerebro.
Cuesta creer que soy mucho más que una piel, unos ojos, una boca, unas mejillas, unas orejas.
Soy mucho más que un cerebro y sus conexiones.
Soy más que un cuerpo ejecutando ciertas acciones.
Mi mente está directamente conectada con mis cáscara.
Que puedo sentir y traducir los estímulos para que provoquen simultáneamente acciones ya programadas, o espontáneas, o mecánicas.Todo se basa en conexiones, fallos del sistema, coordinación, ejecución, planteación,reflexión,respiración.
De qué me sorprendo cuando veo la tecnología tan avanzada y en mi mente sólo se dibuja blanco al intentar alcanzar a imaginar una configuración tan aparatosa. Por qué estoy tan acostumbrada a dar por hecho que todo funciona.
Somos física y psicológicamente fascinantes.
Y los robots, cyborgs, máquinas, tecnologías, no son más que copias baratas, vagos esbozos de relaciones complejas, chatarra bien conectada.Todo irá bien, hasta que lamentemos la pérdida de verdad de uno de estos seres artificales, con verdadero pesar.Cuando comparemos el valor de una pila con un ser humano, cuando asimilemos la tecnología y acabe poseyéndonos.
A decir verdad, nunca dejaremos de ser esclavos.

Sueños prolongados

Si uno no para de intentar domar su mente durante el día, es totalmente comprensible que ésta se rebele por la noche.Cansada de limitaciones, se descarrila y te hace llegar hacia lugares insospechados.Lo compruebo siempre cuando me despierto y pienso en lo que he soñado, y descubro sorprendida que todo me parecía normal. Allá, en la dimensión paralela más profunda del yo (guau...) el equilibrio entre el bien y el mal no existe. Mejor dicho, hay lo que hay. Rara vez me atrevo a juzgar las cosas y si lo hago, la mayoría suele ser al contrario que en el mundo real.Explíquese, dama de mejillas rosadas.
Muy bien.Durante el día vivo, y mi mente es como un gran almacén que se dispone a archivar documentos, impresiones e imágenes. Sonidos y recuerdos se entrelazan, deseos, pensamientos puros e impuros, vaya. Todavía me pregunto cómo puedo continuar operativa teniendo tal caos en mi cerebro. Un flujo constante de quizás, ayer, me gusta, no grites.Y es cuando cierro los ojos y mis sentidos se apagan, cuando la mente se encuentra en su propio escenario. Luces apagadas, sólo se necesita el brillo de los pensamientos. Suelo ser la protagonista de mis sueños, a veces con mi forma, a veces con otra. Casi siempre son completas gilipolleces, pero habría que matizar. Lo son en este mundo, y echándoles una vista rápida.Son interesantes en aquel y si te paras a pensar, te entra una profunda curiosidad.¿Qué simbolizará que me despierte entre lianas?¿Por qué aparece en mi sueño Nacho explicándome una lección de física?Allá hay un mundo enigmático detrás de los párpados cerrados, y siempre me he negado a conquistarlo. Como si fuera tan fácil, me digo.
Claro que no lo es, pero cada día me sorprendo más con mi actividad cerebral.Y sí, construyo mis propias relaciones.Hablo de actividad cerebral para referirme al tráfico de conceptos que circulan dentro de mi cabeza.
El otro día confeccioné esta idea en mi cabeza, ahora que me leo, suena bastante pasajera y simplona. Qué rabia.
Por qué sólo yo sé leerme entre líneas.