Esta boca es mía


(Convirtiendo, derribando, transformando, filtrándose bajo los pétalos de la vida que se escondían debajo de sus escamas.

Sin embargo, ahí encerraba los días en frascos de colores distantes, de esos tonos apagados que se vuelven ásperos con el tiempo. No sabía describirlos y tampoco quería, porque nadie lo hace. Eran colores, y ya está.)

Eran días, y ya está. No había dónde encerrarlos, ni cómo erizarlos.

No hay comentarios: